Baile de los chicleros
En este baile, se muestra la forma característica de diversión de los chicleros, hombres rudos un tanto huraños que trabajaban en la selva en los llamados campamentos o hatos en el proceso de corte, recolección y empaquetado de la resina del árbol de chicozapote (makira zapota). Los chicleros mostraban la forma característica de diversión en donde bailaba una sola mujer con ellos. No faltaba alguno que quisiera aprovecharse u ofender, entablándose un duelo a machetazos que casi siempre lograban apaciguar. Este baile tiene su antecedente mediato en el Bruk Down, brown sking girl, o sea mujer de piel morena, que transportado a nuestras tierras a través de la frontera con Belice, adquiere características muy peculiares.
Jarana Quintanarroense
Son sones que surgen de la fusión de lo nativo, religioso y profano; además de ser un zapateado ágil y elegante, producto de esa mezcla de sonecitos, con la invasión de esa gran cánova andaluz, sin faltar el acento valseado de la jota aragonesa. No obstante las jaranas son las que predominan en la península de Yucatán. En cada uno de los estados que la conforman, la jarana se caracteriza por su forma de ejecución. En nuestra península las jaranas son el género bailable que predomina en los tres estados, aunque en cada uno se diferencían por su forma de ejecutarlo.
La procesión
Es un recorrido religioso que se realiza en paso lento, reverente y ordenado de personas que veneran y pasean imágenes religiosas, las cuales llevan generalmente en andas; este ritual es parte de la herencia cultural hispana que fue adoptada por las comunidades en su deseo de obtener bendiciones y mejores cosechas de sus cultivos a través de la fé, manifestada en la bendición que esperan otorgue la imágen en su paso por las regiones de cultivo. Los hombres y mujeres integran contingentes que suelen llevar en sus manos estandartes e imágenes.
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domingo, 11 de diciembre de 2016
3 Tradiciones de Quintana Roo



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